¿Qué significa estar?

Cuando uno se da cuenta que necesita terapia y se dispone a contactar con un psicoterapeuta los miedos que aparecen son muchos. Emergen las vergüenzas más remotas y la herida se hace más presente. Fantasmas conocidos aparecen en forma de preguntas que ya antes se han escuchado en la cabeza. Preguntas que ahora se proyectan en el terapeuta. ¿Me entenderá? ¿Se reirá de mi? ¿Me ignorará? ¿Me querrá? ¿Se olvidará de mi?

Estas preguntas no hacen más que confirmar una cosa: la importancia de la relación en el proceso terapéutico.

Si nos detenemos en la relación que se establece con el psicoterapeuta, más allá de técnicas concretas que faciliten el proceso, podremos ver como allí es donde nace la raíz de cualquier mejora en nuestra salud mental.

Como psicoterapeutas tenemos la responsabilidad, y el deber, de cuidar esta relación desde una presencia plena y generosa para que la persona pueda a consulta y sea de capaz cruzar sus miedos y de esta manera poder contarse y contarnos sus fantasmas. Estar con ella para que el vinculo terapéutico se establezca y se genere un clima de seguridad que permita a la persona que tenemos delante seguir avanzando por sus tenebrosidades.

¿Y que significa estar? Para mi estar significa implicarnos con el otro y con nosotros mismos. Mostrarnos genuinamente con lo que nos sucede en cada momento. Expresarnos para contactar con la persona que atendemos, mirarnos para saber donde estamos. Escuchar y preguntar, preguntar y escuchar.

Y estar para mi también significa conocer, conocer a la otra persona y conocer a las personas. Estar, para mi, también es cultivar la caja de herramientas terapéuticas para cuando precisemos de una de ellas sepamos que es el momento adecuado para utilizarla.